En el fútbol infantil hay figuras que casi siempre están. A veces en silencio, otras con gritos de aliento, pero incondicionales. Son las que llegan con agua, con vendas, con cariño y que aplauden aunque el resultado no acompañe. Las que se quedan después del partido para levantar el ánimo o para celebrar. Y, por sobre todo, son las primeras en tener fe.
En Relampaleague, semana a semana se ven madres en cada rincón de la cancha. Madres que llegan desde temprano, que conocen el fixture de memoria, que han aprendido a ver fútbol desde la experiencia y no desde la tribuna. Y algunas de ellas, además, asumen un papel aún más demandante: el de liderar. No solo acompañan a sus hijos, también guían proyectos, organizan, forman equipos y sostienen comunidades.
Francia, directora de UC Huechuraba, es una de esas mujeres. Su hijo, Dani, juega en la escuela que ella misma coordina. Aunque no entrena directamente a los niños, asume un rol central, con una preocupación que —como ella misma dice— no es la del profesor, sino “la de una mamá, todo el rato”.
Con el tiempo, se enamoró del fútbol formativo. Dice que complementa sus tiempos con su hijo y que ya no imagina sus fines de semana lejos de la cancha. Eso sí, es clara: “Si Dani no está dando lo que tiene que dar, soy súper realista. Hasta los papás lo ven. No tengo con quién dejarlo, así que va igual, pero no es Messi, y eso lo tengo clarísimo. Yo soy muy directa, pero con cariño”.
Ser mujer en un entorno históricamente liderado por hombres no ha sido fácil. Francia reconoce que aún existe cierta resistencia, especialmente al tener que liderar equipos de trabajo con entrenadores varones.
“Siempre he sentido ese rechazo hacia las mujeres que mandan”, comenta. Aun así, ha logrado ganarse el respeto de sus profesores. “Tengo profes jóvenes y ellos mismos me dicen que trabajar conmigo es lo mejor que les ha pasado, porque no molesto si hacen bien la pega. Pero me cuesta mucho el rol de echar a alguien, porque soy mamá primero”.
Para ella, ese instinto maternal es también una ventaja: “he visto cómo en otras escuelas tratan a los niños, y hace falta esa parte de mamá. Porque a veces los profes no tienen la psicología. Primero son niños y después son jugadores”. Con convicción, asegura que muchas otras mujeres podrían dar el paso. “Sí, hay que atreverse. Hace falta esa sensibilidad que muchas veces los hombres no tienen en el trato con los niños chicos”.
Catalina Cuevas, directora de Colo Colo Chicauma, comparte esa idea. Su ingreso al fútbol formativo también partió desde el amor: primero al deporte, y luego por su hijo Donato, quien sueña con ser futbolista.
“Soy una amante del fútbol, y tengo un hijo colocolino que sueña con ser futbolista. Por tanto, haber hecho la escuela era para entregarle a él y a otros niños más el apoyo que necesitan”, dice con claridad.
Catalina también tiene claro que su rol no se limita a la logística o la administración. Cada semana debe trabajar con la motivación de los niños, lidiar con sus frustraciones, sobre todo cuando los resultados no acompañan.
“Lo más desafiante es motivarlos con la disciplina, que no dejen de ir a sus entrenamientos, darles herramientas para superarse. Decirles que el fútbol es un trabajo colectivo, y que es muy importante lo que cada uno puede aportar al grupo”, nos comenta en confianza.
Viene del mundo de las comunicaciones, y aunque el fútbol ha sido históricamente un espacio en disputa, su experiencia en Chicauma ha sido muy positiva. “Me he podido desarrollar en un entorno donde he sido muy bien aceptada, donde se valora mi trabajo. Creo que con el paso del tiempo las mujeres nos hemos ido abriendo espacios, y el amor que sentimos por el fútbol también ha ayudado a eso”, reflexiona.
Su mensaje para otras mujeres que quieran sumarse a este mundo es claro: “Lo más importante es que te guste. Hay muchas mujeres capaces de liderar grupos de formación futbolística, y creo que hay que atreverse. Hay un dicho que dice que los valientes hacen historia, y yo creo que las mujeres somos cada vez más valientes y estamos dando pasos firmes en espacios que antes eran solo para hombres”.
Fuente: #RELAMPALEAGUE